jueves, agosto 02, 2007

¿LOS SUEÑOS, SUEÑOS SON?

LOS SUEÑOS

¿La vida es sueño? Lo es para mí, cuando recuerdo a mi padre... Murió durante mis 14 años, y creo ver un vago rostro, y oír el ya indescifrable sonido de su voz. No tengo fotos suyas, en una mudanza, junto a la mayoría de las fotos de mi pequeña historia, me las robaron, y eso lo transforma más en algo onírico. Y es tan sueño, para mí, como ya es polvo de sombra de sueños, el segundo anterior a este, en que pensé y escribí la palabra “sueño”.
En muchos pueblos primitivos, creen que los sueños nocturnos, una parte de la vida real. Y lo son tanto, como lo que llamamos”vigilia”. Lo que soñamos o pensamos, es real, al menos en nuestra mente.
Shakespeare dijo que “estamos hechos de la misma madera que nuestros sueños”. Y soñamos lo que deseamos y lo que tememos. De mis sueños deseados, muchos son eróticos, sombras evasivas de amores que no tuve ni tendré, y desee, y son infinitos.
Nada es tan infinito como la ambición del amor. Todo lo que hacemos es para que nos amen. O al menos que nos quieran. Y a veces, solo para que no nos desprecien, para no quedar afuera y poder ser real para los otros, no apenas un sueño de uno mismo.
Soñando, resolví problemas insolubles, como decirle a mi padre, recién este año, en el largo otoño de mi vida, “te quiero”, y besarlo en la frente, frase que nos debemos los dos. Y tan huidizos son nuestros miedos y nuestros pudores, nuestro miedo a la realidad, esa loca de rostro indescifrable, que besé a un hombre calvo que no se parecía a mi padre, que también era calvo, pero ahí yo sabía que era mi padre. En ese ¿sueño?, cumplí lo que no realicé en el otro, en el que creo haber existido.
Me gusta soñar, lo deseo, incluso aunque, como dijo Shakespeare, vengan las “yeguas de la noche”, las pesadillas. Porque si bien me asusto mucho en ellas, una vez morí y sabía que había muerto, y luchaba por moverme y no podía, pude en mi desesperación por revivir, despertar. Y pese al miedo, aún perdurable hoy, logré gozar el misterio de haber conocido el supuesto dolor angustioso que se siente al morir, si es que se va a sentir algo, y luego de saber que era tan solo eso, uno de los tantos íncubos, espectros y duendes malignos que pueblan nuestra mente.
Para mí, cada día pasado, se parece tanto a un sueño, que creo que no lo viví. Y los días atravesados, en sus miles de vericuetos y meandros, y sus recuerdos, los bellos y los otros, y las evocaciones del futuro, se me mezclan en una sopa vaga, agridulce. Miles de veces comí, jugué, trabajé, peleé, sufrí y amé, y apenas ahora cada uno de esos hechos está fundido en algo muy similar a un sueño. Pero no cada uno, sino apenas hay fotos, pobres mínimas polvorientas sombras de sombras, de algunas escenas exiguas, las más importantes, muchas veces las primeras, las dulces, o las últimas, las agrias.
Y se me filtran en la conciencia, las deformaciones que hago de esos sueños y de los recuerdos de los sueños ¿delirios?, pasados.
Se que muchos esperaban algo cómico o humorístico de este espacio. Bueno, los defraudé. Solo quiero hablar de los sueños, ese poquito de entes mágicos, radiantes, que en muchos de ellos, nos suele suceder, y que luego, al despertar o creer que despertamos, no lamentamos que haya sido algo apenas soñado. Y por fortuna, no suelen quedar nostalgias de ya aquello, lejano, borroso, casi inefable, para nuestra frágil memoria.
Y por el contrario, nos dan la felicidad, justo sus contrarios, las pesadillas, que por paradoja, luego de aterrorizarnos o entristecernos, nos dan la gran alegría de que eso terrible y horrible, no era realidad.
Es una de las felicidades que da la vida, recuperar lo que creímos perdido, y lo supusimos irremediable.
Todo en lo que creemos, la vida misma, es paradojal. Es paradoja nacer para vivir, porque moriremos. Es paradoja morir, porque suele ser alivio de los dolores, pavores y placeres perdidos que nos brinda vivir.
Es paradoja, soñar en vigilia, que obtendremos algo maravilloso, como ese amor sublime soñado a la hora de los fantasmas. Y es contrasentido gozar el haberlo obtenido en esos minutos del sueño, y deleitarse con lo que pareciera que no poseemos, pero sí quedó para siempre en eso, en nuestro recuerdo de ese sueño.
También cuando flotando entre las sábanas, como si fuéramos nubes y vientos, recorremos lugares y seres, que sólo viven allí en ese otro mundo, el del delirio onírico, saboreamos el placer de lograr cosas imposibles, y el gozo de que si las perdimos, es apenas un ensueño lo extraviado.
En sueños, se puede gozar, saborear, relamerse, fisgonear, disfrutar de eso tan temido, tabú, y tan curioso que es la locura. Y volviendo de ella, sin sufrir lo que desde afuera, suponemos sufren los locos. Que no es así, locura es vivir abriendo los ojos, ver todo, conocer todo, privilegio terrible de quienes hemos vivido mucho, y seguir abriéndolos, como si no temiéramos divisarlo.
Soñar es viajar a dimensiones absurdas, sin el descalabro que producen las drogas o la demencia. Uno allí, vuela, golpea, ama, convive con fantasmas, con monstruos, cambia en el instante las cosas de lugar, o las transforma, como mago, como un dios, en algo distinto, como en los cuentos de fantasía. Se puede ser príncipe, princesa, vencer dragones, o vestirse con ropajes de tules tan sutiles como la brisa muy tibia de primavera, para recibir al príncipe que nos acaba de salvar, y nos va a amar. Claro, esto último si se es mujer... Lo anterior, si se es varón, es ser el príncipe que derrota dragón, y luego conquista a la princesa. Y aquí no importa los años que hemos vivido. Siempre seremos seductoras princesitas y briosos mancebos.
De niño, muchos sueños, aún viven en mí, siempre me dejaron y me dejan aún, la sensación de haber sido reales. Allí vi a un fantasma a los pies de mi cama, que luego desapareció, era un hombre, en esos momentos supe que era fantasmagórico, y me dio mucho miedo. Y por eso, jamás sabré si los fantasmas existen y sólo aparecen en los sueños, sobre todo de los niños. Si alguien sabe que es la vida, y para que es, ojalá pueda descifrarme esto.
Los chamanes se drogan, para entrar en éxtasis, y en sus visiones, viven sueños, que luego, eliminada la droga, interpretan a su arbitrio. Y como creen eso real, es real, como mi fantasma, visto en mi sueño.
De Juana de Arco cuentan que suponía tener visiones celestiales, que le indicaban como salvar a Francia. Puede que haya sido verdad. Lástima que esos sueños, o apariciones, no le dieron el último capítulo del guión de su vida, el que indicaba como salvarse ella.
Los sueños suelen ser elaborados por poderosos y terroríficos hechiceros, brujas amargas, malignas, y por gnomos y elfos, todos burlones, sádicos, y muy mordaces. A veces aparecen algunas hadas dulces, seductoras, amantes... Si lo sabré yo...
Todo esto lo soñé ya, porque al acabar de narrarlo, en el papel soñado que es la pantalla del ordenador, ya ni lo recuerdo, ya pasó, y me desperté. En segundos, pasarán a ser viento helado, allá lejos, espantándose y espantándome, en el fugitivo tiempo de los sueños.
Espero no haber aburrido a nadie. Y si fuera así, ojalá le sirva para adormecerse y soñar sus ensoñaciones más soñadas.
Amén y amen.

9 Comments:

Anonymous Anónimo said...

a mí no me has defraudado
pequeño gran hombre
con el peso de una gran memoria
y levedad de una gran imaginación

salud(os)

2:47 a. m.  
Blogger La vieja que no devuelve la pelota. said...

Pensé que los soñadores eran los que bailan en Showmatch. No digo, aseguro ni descarto que ésos soñadores tengan sueños nobles, pero sus sueños, Cilencio, hablaron en medio del Cilencio del blog, y resultaron mucho más fascinantes para mí.
Gracias por no callar.

11:05 a. m.  
Blogger Silvia Macario said...

Querido Cilencio: Este post es una maravilla que expresa prácticamente todo lo que al menos yo, siento que son los sueños.
Te dejo aquí algo que hace un tiempo escribí acerca de los sueños como deseos y no estos otros sueños que para mi, tienen vida propia y por eso a veces juegan a confundirnos, pero no lo hacen.Luego, volveré para hacer un comentario más digno de estos otros sueños, los de verdad:

No podría concebir un mundo sin sueños, pues de lo contrario, no le hubiera encontrado un sentido a la vida. Como en todos los órdenes de la ella( y a esto ni las quimeras escapan),no todos los sueños son dados a prosperar y transformarse en realidades. Pero algunas veces, aparecen algunos que nos marcan; nos señalan un camino y prevalecen sobre los demás. Los sentimos como un norte y con tanta intensidad, que sin importar demasiado hacia dónde nos conduzcan, los seguimos a muerte, peleando contra molinos de viento u opiniones contrarias, oponiendo nuestro pecho al miedo, al ridículo u al oprobio. Algunos pocos hombres en el mundo, persiguieron sus sueños, y eso significó para todos sus pares salir de las cavernas, y así ampliar la visión colectiva, para que otros hombres pudieran seguir soñando, hasta un nuevo sueño especial, que desarrollaría otro salto fundamental para el bienestar de todos. Mi visión del mundo actual, es que las pesadillas atraparon a los buenos sueños, y los encadenaron en una celda en Guantánamo o Abu Ghraib. Los pocos soñadores que se atreven a salir a las tinieblas, encuentran una sociedad apática, sonámbula, hipnotizada, agónica, anestesiada, autómata. Pero no tengo dudas, que la única salida, LA UNICA ESPERANZA, consiste en seguir esperando que esos sueños especiales sean tan inspiradores para algunos , que se materialicen para derrotar las pesadillas y recuperar los sueños de todos.

Un beso grande amigo. Un placer leerte.

1:08 p. m.  
Blogger CILENCIO NO SE CALLA said...

e, que dices cosas lindas. gracias, y me suena que me conoces... y un gran beso, en Cilencio.

10:23 p. m.  
Blogger CILENCIO NO SE CALLA said...

Viaja, ¿sabés que te me hacés muy querible, atorrante de barrio, como yo?
un gran abrazo en Cilencio

10:24 p. m.  
Blogger CILENCIO NO SE CALLA said...

silvia macario querida, esos son otros sueños, son ilusiones en vigilia... puffff... de esos tengo en pilas hasta el Sol.
escribés bonito, ¿eh?
un gran beso en Cilencio.

10:26 p. m.  
Blogger sg (Silvina Gramajo) said...

Cilencio, Cilencio, la verdad que estuviste lejos de aburrirme, lo unico que hiciste fue emocionarme, me gusta descubrir a este Cilencio que ademas de hacerme reir con sus honorables post, tambien puede ponerme la piel de gallina de tanta emocion,muchos besos en cilencio

11:18 a. m.  
Blogger CILENCIO NO SE CALLA said...

sg, gracias por quererme. te quiero.
mi mejor beso en ilencio para ti...

1:37 p. m.  
Blogger Ishel said...

A mi no me gustan mis sueños. A veces asustan y otras los escribo y pasan a ser historias, resultado de una mente ociosa enbriagada de cuanto libro hallo en el camino.
Saludos

4:40 p. m.  

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