LA BARRERA ENTRE MI HIJO Y YO

Yo no soy como mi papá, ese degenerado sexópata que abusa de mami, teniendo tiene relaciones sexuales con ella. Un hijo.


Aunque tú no lo sabes, existe una barrera insalvable entre un padre y sus hijos varones homo sapiens. Y no es la de la edad y la experiencia, que es otra brava. Esta es una que con el tiempo se puede atenuar, o sea cuando el hijo a su vez se haga padre, maduro y comprenda a su padre, y se dé cuenta de todas las cabronadas que le hizo al viejo. Cabronadas estas que a su vez su viejo le hizo a su padre y así hasta las que le hicieron los hijos a Adán, sin contar la de Caín, que le mató a uno de los herederos.
La gran muralla china que separa a padres y sus hijos varones, es la que impide que hablen de sexo. Y es debida a la insoportable porquería que los padres les hacen a sus hijos varones, ya desde que tienen conciencia de que mamá es su novia.
-¡Papá tiene relaciones sexuales con mamá, ese gran cochino! –le dijo mi tío Juan a mi viejo. Y mi papá, queriendo negar ese hecho y lavar con sangre la ofensa que le hicieron a su santa madrecita, lo corrió para reventarlo a trompadas por toda la casa. Por suerte papá era más lento que tío Juan, y además el miedo, lo hizo a este aun más veloz.
No sé si entendiste bien este problema, mejor dicho este drama masculino.
Para todo hombre que se precie de serlo, hay una clase de mujer que es sagrada para un macho. Y por lo tanto debe ser virgen por toda la eternidad, aún en el infierno. Y es la mamá.
Y este sacralizar tanto esa virginidad que debería ser eterna, si El Creador fuera piadoso con las creencias sexuales de los hombres, impide que un padre hable de sexo con sus hijos varones. Quizá el viejo no lo sabe de modo consciente, pero lo intuye. Y lo mismo le puede pasar a sus retoños. Y por eso ambos evitan cualquier tema que tenga que ver sobre el sexo. Son rivales, en lucha por una mujer: mamá.
Me dirás que sabes que muchos padres, sobre todo en el pasado, llevaban a sus hijos adolescentes a un prostíbulo, para que debuten con una prostituta y así les entre el gusto por las mujeres. Esto es debido al terror que tienen que les salgan homosexuales. Muchos creen que así el hijo saldrá bien macho. Esto de de una estupidez total, pero por suerte, ocurre cada vez menos.
Pero este es todo el tema que un padre machista, puede hablar con su hijo sobre sexo.
Esto es un adelanto, además de por que los hombres no le preguntan a otro hombre nada de técnicas sexuales. En el caso padre-hijo, los terrores son dos: que papá sepa demasiado sobre el tema, y nos humille. Y lo peor, sería saber que todo eso que sabe papá, lo aplicaría con mami.
E incluso con muchas mujeres, lo cual sería el complemento perfecto para odiarlo, por serle infiel a nuestra santa madrecita, a la cual esa bestia sedienta de sexo, somete de modo infame y vil. Y que al hacer alguna pregunta, el animal sediento de sangre, barrunte que nosotros sabemos demasiado poco, y se burle de nosotros.
Es más, todo varón sabe llegado a cierta edad, que él nació porque papá abusó de mamá. O peor aún, que mamá gozó de esa tropelía, lo cual la convertiría en una simple mujer, en vez de la santa virgen que deseamos adorar impoluta.
Y por supuesto, ni locos le haríamos preguntas sobre técnicas sexuales o aventuras vividas a ese cerdo, por todas las razones expuestas hasta aquí. Ya bastante dolor tenemos, viendo que él se acuesta en la misma cama que mami, y en cambio nosotros debemos ir a la nuestra, solitos, sin esa maravillosa hada celestial, que es mi mamita.
No sé si te quedó claro del todo, pero tal vez jamás lo entiendas, porque no eres varón, querida lectora. Y si eres un lector, quizá tampoco lo comprendas, mejor dicho, tratarás de modo inconsciente, de opinar que digo pavadas monumentales. Esta es una verdad demasiado dura. *