FUE, ES Y SERÁ

La mariposa la vio

Por fortuna, jamás creí en la realidad. Supe, desde aquella vez, con certeza absoluta, que no hay realidad. Al menos no hay una sola. Tampoco varias, ni puntos de vista diferentes… Deben existir trillones de trillones, que son cifras que la mente no puede comprender, sí tal vez los dioses que manejan los pensamientos de nosotros, sus títeres hechos con átomos ínfimos, solo hidrógeno, agua y carbón, pura electricidad y cortocircuitos.
Aparecieron mariposas… y yo volaba entre ellas. Pero no era una más, era algo inefable, como en los sueños, donde uno ve y toda todo, y oye y siente dolor o placer, pero no se ve a si mismo. Al mismo tiempo veía todo, en siete dimensiones, porque incluso todo era concreto, y opaco, y también transparente y al mismo tiempo se podían todo penetrar uno al otro. Y cuando lleno de asombro, estaba tratando de entender esa extravagante realidad, apareció ella. Y me vio de lejos y me sonrió. Y yo le sonreí, y su sonrisa era pura, cálida, como una niñita de un año, cuando es pura su alma, invicta del dolor, invulnerable a la maldad. No sé cuantos segundos o siglos estuvimos viéndonos, pero eso fue… Y tan inmenso, que sigue siendo, cuando ya no debería estar, pero está… Es una de mis realidades, en una de mis dimensiones… Y tal vez para siempre fue, es y será la única. Y volamos, en tres trillones de dimensiones, y apenas tal vez nos rozamos, pero ambos lo disfrutábamos, como nadie podría explicármelo, pero supe que era eso, lo que sobrepasa a perfecto, quizá a infinitos…o que llega de maravilla, a ser absurdo. Y no volvimos a encontrarnos… Quedó guardado en mis universos, no paralelos, ni simétricos, pero armoniosos y simultáneos… Nunca sabré su nombre, si lo tiene, ni nunca sabré si todo fue un juego de los dioses, pero era tan dulce y agrio, como el amor que fue y no fue y es y no es más.